Lista Roja
del Patrimonio Complutense

Una relación del Patrimonio Histórico en riesgo

PUERTA DE BURGOS
   


 

1.3.2. PUERTA DE BURGOS

 
 
Vista exterior

Ubicación: Vía Complutense, frente Parque O’Donnell, como parte del recinto amurallado del Palacio Arzobispal.
Datación: s. XIII (hacia 1217); ampliación del s. XIV (hacia 1380); ampliación del s. XV (hacia 1476). Proyecto de Restauración, 1986.
Descripción: Puerta torreada, tapiada al exterior desde el siglo XVII. Daba paso al camino del Norte, el de Burgos.
Catalogación: Recinto Amurallado, declarado Bien de Interés Cultural por BOE 10/06/1968. Protección Integral (Plan Especial de Protección del Casco Histórico, que surge como instrumento de coordinación de las distintas acciones incluidas en el Convenio Interministerial para la recuperación del Casco Histórico de Alcalá, siendo promotora la Consejería de Política Territorial. Se aprueba en 21 de abril de 1998 y se modifica el 20 de marzo de 2001 y en agosto de 2005).
Estado actual: En proceso de reconstrucción.
Riesgo: Sin riesgo inminente .

Otros detalles: Era esta una de las cuatro entradas principales a la villa de Alcalá, abiertas en la muralla en época medieval, junto con las de Madrid, del Vado y Guadalajara. Posteriormente, acompañarían a las cuatro puertas otras de menor entidad, así como pequeños postigos. La Puerta de Burgos, en opinión de Pavón Maldonado, constituía el acceso a la villa por la Almanxara, el barrio musulmán, no tan solo al conjunto palaciego. Por otra parte, Carmen Román defiende que se construye al levantar el primer recinto amurallado para dar servicio al Palacio Arzobispal. En definitiva, esta puerta suponía la salida norte de Alcalá y su conexión con La Campiña, Talamanca y Burgos.

 
Estado tras el derrumbe  

La Puerta de Burgos está edificada hacia el interior del lienzo de la tapia o muralla, lo que se justifica por su función de puerta, no como torre defensiva avanzada. Estuvo en uso hasta que la construcción del Monasterio de San Bernardo la dejara condenada, siendo entonces sustituida por el aún existente Arco de San Bernardo, en 1618. Desde ese momento, la vieja Puerta de Burgos sería conocida como “Mudarlatorre”, quedando dentro del recinto del monasterio y con su acceso exterior tapiado. Esta circunstancia ha permitido preservarla hasta nuestros días.

Como la mayor parte del recinto amurallado, la puerta estuvo defendida en su frontal norte por un foso o cava, que se cruzaba por medio de una puentecilla. En la puerta confluían tres paños de muralla: dos eran los lienzos de la muralla que seguían el perímetro, y el tercero moría en la puerta después de servir de cierre oriental al Palacio Arzobispal con el monasterio. En la puerta se aprecian tres fases constructivas:

  1. Un primer cuerpo, que es el cubo más alto y con arco septentrional apuntado, mientras que al sur se abre un acceso con arco de medio punto y alfiz.
  2. Hacia 1380 el arzobispo Don Pedro Tenorio interviene profundamente en la puerta. Amplía la construcción preexistente con un segundo cuerpo, al que se accede a través de escalera externa adosada al muro externo del primer cuerpo más antiguo; esta escalera se cubre con bóveda por aproximación de hiladas, dando a la fachada meridional mediante una poterna de arco de medio punto, pegada a otra análoga. Las fachadas oriental y occidental del cuerpo no tienen ninguna perforación, mientras que la fachada sur posee un arco de medio punto; en el segundo piso, al que se accede por una escalera, hay dos vanos de medio punto en cada una de las fachadas norte y sur.
  3. Hacia 1476, durante el reinado de los Reyes Católicos y bajo el señorío del arzobispo Carrillo, se refuerza la puerta con un cuerpo adosado a los anteriores, que se construye hacia el interior del recinto murado. Parece ser que para entonces la Puerta de Burgos se hallaba en un estado de deterioro importante.

Esta puerta es el monumento medieval más antiguo del casco histórico de Alcalá. Frente a ella falleció Don Juan I de Castilla al caer de su caballo, el 9 de octubre de 1390, durante un alarde militar protagonizado por cincuenta caballeros farfanes llegados a Alcalá. El rey quiso imitar su pericia y pereció.

En diciembre de 2005, un corrimiento de tierras debido a las intensas lluvias, provocó que el arco ojival se derrumbara. Apenas recibía atención y su mantenimiento era prácticamente nulo. Tras una larga pugna entre Administraciones y Obispado, en 2010 se llevaron a cabo los trabajos de reconstrucción y consolidación del monumento, de sus elementos arquitectónicos, mediante la reutilización de los materiales recuperados tras el derrumbe —anastilosis—.

Al parecer, la intervención se ha centrado en consolidar la estructura, con realce de la cimentación y protección de las fábricas para evitar el deterioro del paso del tiempo. Se ha desmontado la cubierta provisional, estableciendo otra más acorde con el monumento. Se han recuperado los cajones de tapial, cosido las grietas y fisuras, picando cementos y morteros de intervenciones anteriores, así como retacando las fábricas de ladrillo dañadas. Para las fachadas, se han recuperado y consolidado los cajones de tapial, picando también los cementos y morteros, rejuntando el ladrillo.

A fecha de hoy la intervención se puede dar por terminada; aunque con flecos. Alguna de las actuaciones y añadiduras no están exentas de polémica. También se mantienen reservas sobre su mantenimiento y conservación.

De cualquier manera, es un hecho que la puerta se ha venido abajo, se ha derrumbado. Se ha perdido parcialmente . Aunque se reutilicen los mismos materiales y se intente imitar el original, esa parte será una reconstrucción moderna. Lo perdido, no es posible recuperarlo. Esta no deja de ser una actuación tardía.

   
Diferentes aspectos de la puerta antes del derrumbe, con el arco ahora desaparecido
(foto 1, Basilio Pavón; fotos 2 y 3, Sánchez Moltó)


Estado de la puerta, casi finalizada la reconstrucción, a marzo de 2010




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