Lista Roja
del Patrimonio Complutense

Una relación del Patrimonio Histórico en riesgo

POLVORÍN MILITAR DE LA CUESTA DEL ZULEMA
   


 

1.3.5. POLVORÍN MILITAR DE LA CUESTA DEL ZULEMA

 
 
Puerta blindada de acceso

Ubicación: Cuesta del Zulema.
Datación: Terminado en enero de 1938.
Descripción: Dos galerías en forma de T, horadadas en una antigua cantera, recubiertas de hormigón, semicirculares, con un espesor de 40 cm., diámetro de 8 m., sobre zócalo rectangular de 40 cm. de alto. Los primeros 6 metros del zócalo aumentan hasta permitir una altura de 1,50 m., al objeto de facilitar la carga y descarga de camiones, estableciendo una especie de dársena. El conjunto se cierra con una puerta de dos hojas de hormigón de 10 cm. de espesor, desplazables hacia los laterales sobre un raíl metálico. Todo esto se mantiene íntegro en la actualidad.
Catalogación: Ninguna; desprotegido.
Estado actual: Estructuralmente aceptable, pero en abandono. Ocupaciones ilegales.
Riesgo: Muy grave.

Otros detalles: En enero de 1938, en plena Guerra Civil (1936-1939), aprovechando la orografía propicia de los cerros se construyeron dos polvorines militares, en la zona conocida como Barrancos de Azaña. La ubicación era ideal: en las proximidades de Alcalá, junto a las guarniciones militares allí establecidas, aprovechando los terrosos cerros de la margen izquierda del Henares y frente al sólido puente de Zulema. Se situaban a ambos lados de la carretera que subía el Gurugú. El más cercano, ocupaba el interior de una pequeña colina, frente al puente; el segundo depósito, se hallaba unos metros más al suroeste, aprovechando una antigua cantera de arcillas, junto a la Cuesta del Zulema y la carretera que conducía a Loeches.

 
Vista de la boca de entrada
 

La explosión de 1947 volatilizó el primer depósito y la colina que lo cobijaba, arrojando ingentes cantidades de tierra y materiales sobre el río, isla fluvial y entorno; en su lugar, sólo quedó un enorme socavón. La explosión afectó también al segundo depósito, situado junto a la Cuesta del Zulema, si bien su estructura interna no se vio afectada.

Narra la historiadora Lledó Collada en su libro “Alcalá en Guerra” que "comenzaba 1938 cuando se decidió construir un túnel depósito de munición en la Cuesta de Zulema, en el inicio de la carretera de Alcalá a Loeches. La construcción se realizó en ese terreno aprovechando la existencia de una antigua cantera de arcilla que surtía la industria cerámica de Alcalá. La cantera estaba limitada por altas paredes en las que fueron excavadas dos galerías que formaban el túnel: una principal de 35 metros de longitud y la otra lateral de 10 m. de longitud". En realidad, como notamos más arriba, se trataba de dos depósitos, separados por algunos metros. El primer depósito, situado bajo la colina frente al puente Zulema —del que no hemos localizado planos— fue el que saltó por los aires aquél fatídico 6 de septiembre. El segundo depósito, parte del mismo complejo, quedó abandonado y pasó rápidamente al olvido.

 
 
Frente, según plano dic/1937 (AGMA)
 
 
Planta, según plano dic/1937 (AGMA)

A su lado, se había excavado otro habitáculo con la finalidad de servir como refugio antiaéreo, con 29 m² de superficie. Al parecer, se halla actualmente oculto por derrumbes de tierra. Tres edificaciones de ladrillo en la explanada constituían el cuerpo de guardia y otros servicios. Una pista de poco más de 230 metros enlazaba la boca del túnel con la carretera de Loeches, trazando una amplia herradura. Poco más de 76.000 pesetas de la época fue el presupuesto de toda la obra. Las estructuras en el exterior se hallan actualmente en completa ruina, reducidas a escombros.

Mucho se ha escrito e investigado acerca de los polvorines, la explosión y el proceso político que les siguió, donde se buscaron responsabilidades a lo que, finalmente, había sido un trágico accidente, fruto del deficiente mantenimiento de material e instalaciones, no un acto de sabotaje. Pero, por sorprendente que parezca, se ha pasado por alto la existencia física de este segundo depósito, superviviente y protagonista también de aquellos sucesos.

El terreno donde se ubica fue recientemente expropiado por el Ayuntamiento de Alcalá. Presumiblemente, con la intención de añadirlo a los terrenos del actual vertedero de resíduos sólidos urbanos (RSU), con el que comparte vallado. Tras esa expropiación, se ha procedido al derribo de las chabolas y otras construcciones de ladrillo ante la boca de entrada. Posiblemente, parte del antiguo cuerpo de guardia, original de la época; algo que ya no podremos conocer, tras haberse arrasado tan precipitadamente la zona.

Por lo que sabemos, el polvorín carece de protección alguna; no está catalogado ni contemplado en los planes urbanos del municipio. Por ello, por su desconocimiento, su estado de abandono y las ocupaciones irregulares que también lo afectan, está incluido con pleno derecho en este catálogo de elementos en riesgo. Para que sea conocido, documentado y preservado. Los usos a los que se le podría destinar, si hay voluntad, son múltiples (centro de interpretación, espacio expositivo...) Una parte del legado histórico alcalaíno que necesita ser reconocido y recuperado, al margen de polémicas.

NOTA: Año 2012. En una decisión absurda y carente de toda lógica, el Ayuntamiento de Alcalá, aprovechando las obras de ampliación del obsoleto vertedro de Residuos Sólidos Urbanos enclavado en las inmediaciones, ha soterrado por completo el polvorín, provocando su desaparición bajo toneladas de tierras y escombros. Actualmente es imposible su visita y la comprobación de su estado. El polvorín, "no existe".

No se puede alegar desconocimiento. El Ayuntamiento sabe perfectamente de su existencia e importancia. La situación del polvorín fue hecha constar y documentada en las alegaciones presentadas al proyecto de nuevo vaso del vertedero. No obstante, en un alarde de "ceguera cultural", se ha promovido y/o permitido este triste suceso. Alcalá continúa perdiendo Patrimonio Histórico de manos de quienes deberían defenderlo. Lo que no pudieron causar los bombardeos de la Guerra Civil, ni la explosión de la posguerra, lo ha propiciado un nefasto Ayuntamiento en el siglo XXI.

 

Vista general. Boca del polvorín y ruinas de edificios anexos


Vista aérea de la antigua cantera y entrada del polvorín (Bing Maps)

Vista en 2012, tras ser soterrado el polvorín bajo toneladas de tierra
(Foto cedida, de autor desconocido)






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